13 de Marzo del 2011
UNA ESTRELLA Autres Dimensions
UNA ESTRELLA.
13 de Marzo 2011.
Mis amigos de aquí y de otras partes, soy UNA ESTRELLA. Nómbrenme como les
parezca. Intervengo después de mis Hermanas, habiendo de alguna manera,
preparando mi llegada. Los que necesiten un nombre o una apelación, llámenme
una ESTRELLA. ¿Qué decirles? El preámbulo será rápido ya que eso que yo voy,
por mi Presencia y vuestra Presencia, en este momento, a revelar, es un paso
más en el silencio y en la Unidad.
Podría decirles que estoy en tal lugar o tal otro. Podría decirles que soy la
hija de la Madre y la Madre de la Madre. Soy; en Verdad, eso. Pero, ante todo,
mi Amor y mi Presencia me hacen decir y vivir que soy cada uno y cada una de
ustedes. La hora ha llegado, fuera de este tiempo y esta hora, de reunirnos, de
resonarnos, en resonancia más allá de la razón, de ponernos juntos, a la imagen
del Único, en un espacio y de un tiempo fuera de este tiempo y fuera de este
espacio donde no existe más la distancia, donde no existe más la separación.
Juntos y unidos. Espacio no definido. En resonancia el uno al otro, entre
ustedes y entre nosotros, son las primicias previas anticipando nuestra unión:
unión de Libertad, unión en el seno del Uno.
Yo podría decirles: “soy ustedes”. Podría decirles: “ustedes son yo”, más allá
de las palabras, allí donde quiero que juntos resonemos, más allá del múltiplo,
en la Unidad del Ser, en la Unidad de la Verdad, Verdad del Corazón donde el
silencio reina a fin de captar nuestra resonancia. Soy una de entre ustedes,
como son el uno y la una de las Doce, participando en la ronda y trabajando en
la ronda de la Creación. No es ya la hora de las cadenas. La hora del múltiple,
tampoco. Lo que estaba fragmentado, lo que estaba dividido y separado, se unió.
Podría decirles que soy la voz de la Tierra y la voz del cielo. Soy vuestra
voz; cuando ustedes mismos son vuestra voz. Soy la voz de la Unidad y podría,
también, como ustedes, ser la voz de la Fuente.
No hay más distancia en la Conciencia Una, Unidad de la Vibración. Una de las
Estrellas les habla, más allá de las palabras, el lenguaje del Único, el que
captan en los intervalos de mis palabras, ese intervalo que suprime la
distancia, que pone en resonancia, permitiendo entonces decir y sobre todo de
vivir: «yo soy Uno». ¿Qué diferencia entre yo soy Una y soy Uno? La diferencia
sólo está en una letra. En la Unidad, no hay nada que tomar a la letra. Hay
solamente que vibrar. Hay solamente que englobar. Hay solamente que Ser ya que
el Ser es el sentido mismo del Único.
La Vibración es llevada y transportada más allá del sonido, de mis palabras, de
mi Corazón a vuestro Corazón y de vuestro Corazón a mi Corazón porque somos un
solo Corazón en el Único: espacio de adhesión, testigo de la Alegría,
instalación en el Ser. En el centro del centro, en el espacio palpitante e
inmóvil, englobando el conjunto de los posibles; el Único viene a ustedes. La
tierra se incorpora al Único. Niños del Uno, ustedes descubren el Uno, él
mismo; espacio donde no existe ninguna distancia, espacio donde sólo existe la
Esencia del Corazón que trae la floración de la Esencia, fuente perpetua,
Cristal del cual la Luz sólo tiene por igual la transparencia. La Luz nace de
la transparencia.
Hoy, en este espacio, las Doce Estrellas brillan e irradian. Hubo el tres en
uno y el doce en uno. La octava del 12 es la base de la Creación Unificada. Los
Números son Verbo y Vibración, no los números que cuentan, que dividen y que
separan, sino el Número Maestro, Verbo del Uno y de la Una. Entre Vosotros y
Yo, no hay lugar que del Nosotros. NOU que fue uno de mis nombres. Dos Mundos:
un mundo separado (el mundo fenomenal) y el Mundo de la Esencia (más allá de
toda experiencia). Nosotros somos Uno. Quién puede dudar si no es el que duda
permanentemente ya que él sabe que él es efímero y quiere obligarles a ser
efímeros. Lo efímero no es la Madre. Lo efímero es amargo. La Madre es
dulce-suave.
Somos Uno. Nosotros somos Uno, en el Corazón. Somos Uno, en la Fuente y en la
Vibración. Nosotros somos Uno, también en el silencio. Somos Uno, en todas
partes y eternamente. Somos Uno, aquí, también. Se terminó la separación. El
final no es en realidad más que el principio que permite saber que la ilusión
misma de la separación, sólo tiene un tiempo: el tiempo de la ilusión y del
encierro. Nosotros somos Uno, es estar de aceptar a la Fuente, es aceptar al
Todo, es estar de acuerdo consigo mismo, más allá del Yo.
Cada vez más, percibirán, y nosotros percibiremos con ustedes, la resonancia de
nuestra reunión. Hay solamente que abrir, abrir la ventana del Corazón para que
el calor y la Vibración del Único nos reúnan de nuevo. Nuestra reunión está más
allá de las separaciones, más allá de los Universos. La conexión al Único
restituye la integridad de la Conciencia. Así pues, en el silencio de nuestros
Corazones, cada uno de entre nosotros cantará la Unidad reencontrada que, en
realidad, no estaba perdida, sino puesta en suspenso en un tiempo efímero.
Yo soy ustedes y ustedes son yo. De Semillas de Estrellas, se convierten en
Estrellas. Salen por lo tanto del huevo. Lo que está cerrado no es más que el
encierro de eso que nace. En este caso, la abertura de la Semilla, es vuestro y
nuestro brote y nacimiento. Salir del cascarón, es cerrar el capítulo de la
separación, un capítulo que no tiene necesidad de ser escrito ya que será
consumido en el Fuego del Amor.
Nosotros somos Uno, un solo Corazón ya que el Corazón será siempre el Corazón.
La resonancia se hace al unísono de los latidos, al unísono en la conexión de
Corazón a Corazón. Nada podrá jamás limitar. Ninguna creación puede ser
limitada. No existe ningún límite y ninguna barrera en el Corazón. La Voz del
Corazón es la Voz de la Unidad. El Corazón y la Unidad expresan y manifiestan
la misma Verdad. Así pues, la Voz del Corazón es por lo tanto Verdad y Vida,
como él se los ha dicho. Hagan vuestras, estas palabras: “Yo soy la Voz, la
Verdad y la Vida”. Ustedes son; Nosotros somos, la Voz, la Verdad y la Vida.
El Fuego del Corazón consumirá, el capítulo de la separación, el que sólo se
escribió sobre el viento, de la Ilusión. Juntos, reunidos, unidos, y libres,
pronto nos encenderemos y abrazaremos juntos, la Unidad. Cuando se les ha dicho
que todo estaba adentro, es que en realidad no hay ni adentro ni exterior, no
hay nada que sea exterior al Uno. Eso es imposible.
Una Estrella; eso son ustedes. Es hora de salir, salir de esta Ilusión,
haciendo silencio, deteniendo el tiempo, deteniendo la Respiración. Tiempo
inmóvil en que la inspiración y la expiración ya no están, dónde solamente el
Aliento del Espíritu crece. Todo es Uno porque nosotros somos Uno. Esta
Conciencia que se devela, esta Vibración Unidad y Unitaria, transportada por el
Éter, permite a la Tierra, esta Tierra; liberar su Alegría que es vuestra
Alegría.
Lo efímero amargo se termina. El Eterno está allí. Yo soy Uno, como soy Una.
Soy ustedes, como ustedes son yo. Iluminación. El Sol tiene cita con la Tierra.
El Êtreté tiene cita con lo efímero. Frente a frente y Fusión. Eso se vive, más
allá del tiempo, desde el momento presente. Hay solamente que Ser, hay
solamente que Vibrar el Corazón en el Uno y el Único.
Más allá de las palabras de vuestra lengua (que yo tomé prestadas en las
sinuosidades de este cerebro que tomo prestado), se encuentra un hilo director,
directo, sin contornos ni rodeos: “soy Uno y ustedes son lo que yo soy”.
Una ESTRELLA los abraza y enciende. Una ESTRELLA que nos saluda y les saluda.
Voz, Verdad y Vida. Bendición del instante ya que el instante es eterno. Una
Estrella los ama ya que el Amor es nuestra naturaleza. Hay una consecuencia, en
ustedes como en mí. Alégrense. Vibración y Corazón. Comunión.
Adiós. Comunión.
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Canalizacion: Jean Luc Ayoun
Transcripcion: Véronique Loriot
Traducción: Hedyn Núñez