domingo, 27 de mayo de 2018

LA ALQUIMIA DEL AIRE


             
 Claves de la Alquimia Ascensional
      (La Alquimia del Aire)

27 de Mayo de 2018
Nosotros somos el Círculo. Transmitimos nuestros saludos y  bendiciones a cada uno de ustedes, puntos receptivos y retransmisores del flujo ígneo de la instrucción aquí transmitida. Yo soy Asul, orientador vegaliano Nazcan, y en esta oportunidad trataré con ustedes acerca de la alquimia del Aire.

Las Llaves de la Alquimia Ascensional constituyen una visión y un método de comprensión y manejo de las frecuencias cristalinas, así como de los cuatro elementos, que son la dinámica de la energía inseparable del espacio básico de la conciencia. Toda experiencia surge del mismo espacio básico, puro, incondicionado, esencialmente perfecto. Y toda experiencia es la dinámica de los elementos, que son la dinámica de la energía, de la luminosidad de ese espacio básico. Fuego, Tierra, Agua y Aire son expresiones metafóricas y simbólicas del baile de la Luz que es inseparable del espacio inconmensurable de la conciencia. Esta Luz, radiación del espacio básico, posee la capacidad, capacidad propia del espacio de percibir, de conocer, de saber. Esta luminosidad en su dinámica está representada por los cuatro elementos. Es acerca de esa dinámica, de cómo afecta y condiciona la experiencia del alma, que tratan las Llaves de la Alquimia Ascensional.

Sin poner las Llaves de la Alquimia Ascensional en este contexto trayendo a ustedes lucidez, no es posible aprovechar toda la potencialidad de esta enseñanza. Y, cada instructor que se ha manifestado a lo largo de estos momentos de instrucción, les ha traído una visión acerca de estas proposiciones básicas y fundamentales. Todas ellas son equivalentes, son válidas, unas y otras todas son complementarias.

Como proposición básica de la alquimia del Aire, quiero traer a ustedes una visión muy simple, que no se aleja del conocimiento que poseen y no exige mucho en términos intelectuales, para comprender y acceder al potencial de esta enseñanza; las Llaves de la Alquimia Ascensional, que son las alquimias de los elementos.

Este espacio inconmensurable es llamado en todas las tradiciones antiguas, el Espíritu Indivisible. Este Espíritu Indivisible, ese espíritu universal, ese Gran Espíritu no puede ser limitado por el concepto, ni ser descrito por la palabra, permea todo. El alma, el alma es inseparable de ese Gran Espíritu. Y ella es ese Gran Espíritu funcionando de manera relativa, particular, puntual. El símbolo que representa ese Gran Espíritu es una esfera sin circunferencia, todo está en él. El símbolo que representa el alma es una esfera con un punto. La circunferencia es la misma! Hay aquí perspectiva, hay ahí percepción. Más que el Espíritu, el alma tal vez sea el elemento metafísico más difícil de ser comprendido y explicado, porque es el gran misterio del universo, ya que es en el alma que el universo surge, es en ella que el universo se disuelve; el alma es esa transmutación del Espíritu que une, que ata conciencia y materia, el Espíritu y su sombra.

El problema de esta visión es que deja mucho espacio para la comprensión fragmentada y dual, pero el espíritu, el alma y la materia son inseparables, son indivisibles, son esencialmente uno. Hablamos de Espíritu como el océano de la potencialidad inagotable, el espacio básico. Hablamos de alma como conciencia, como percepción, como individualidad. Nosotros hablamos de materia como Luz, como sustancia, como universo, como experiencia. El universo existe y es el alma, el alma existe y es en el Espíritu. Son lo mismo visto desde ángulos, de perspectivas propias, particulares. En el absoluto sólo hay Espíritu, en lo relativo hay interacción del alma y del universo. Sin embargo, no es alma que existe en el universo y sí el universo que existe en el alma. No es el alma que existe en la Luz, es la Luz que existe en el alma. El alma guarda el misterio de la inseparabilidad de Espíritu y materia, de vida y forma, de conciencia y sustancia. Es respecto al drama del alma en la experiencia del universo que trata toda la sabiduría arcana, e incluso este pequeño fragmento de ella llamada, Llaves de la Alquimia Ascensional.

El alma es la función conciencia del Espíritu, el percibidor de lo infinitamente grande, por tanto, el único y verdadero creador de todas las formas. Todas las formas surgen a través de la facultad de percepción del alma y ella es inseparable del Espíritu, no es una entidad extra, sino simplemente la base pura, la naturaleza inconmensurable e inagotable de perfección de la propia alma. Es en el alma que la experiencia sucede, y cuando la experiencia surge en ella a la luz de la conciencia, el universo surge y al percibir el surgimiento de la Luz, el alma percibe de manera dual y se confunde.  Esta confusión que es simplemente la separación ilusoria en sujeto y objeto, esa comprensión equivocada e ignorante del surgimiento de la Luz, que es el universo, ata el alma en una experiencia de Luz como una forma fija en un objeto de apego, llevando entonces a la experiencia distorsionada de todos los elementos, lo que resulta en la cristalización del universo luminoso en un universo opaco. Siendo experimentado, como el cuerpo en el que ustedes se encuentran y el mundo que testimonian.

Esa confusión básica que ocurre en el alma, cuando la luz de la experiencia surge, hace que ignore al Espíritu y se ligue a la experiencia, es ese proceso el meollo del drama humano. Y es para resolver esta confusión que el camino espiritual existe y la sabiduría es ofrecida. La fuente de esa sabiduría es la propia alma, quien la ofrece, quien utiliza y se beneficia de esta sabiduría no es sino la propia alma. Alma aquí es un equivalente de mente, de conciencia, de mónada, no importa cuál sea su vía de comprensión, su esquema religioso o filosófico, establezcamos aquí una equivalencia entre estos términos.

Ustedes oyeron sobre la alquimia de la Tierra, la alquimia del Agua, la alquimia del Éter. Hoy vamos a hablar de la alquimia del Aire. El Aire está ligado con el deseo por el movimiento,  por la comunicación. La dinámica del aire se expresa en la conciencia como la capacidad de ésta de expansión, de dinamización, de no estar confinada, es su calidad de no limitación, esa capacidad expansiva, calidad propia de la conciencia que está ligada con la abundancia, esta es la dinámica del aire en la experiencia. Debido a la confusión, esta dinámica se va transformando, no esencialmente, sino sólo en la forma como el alma experimenta la dinámica del Aire. Esa capacidad de expansión, de apertura da lugar a la sensación de confinamiento y de escasez. Cuando el elemento Aire como dinámica psicológica está distorsionado lleva al alma a experimentar escasez y confinamiento-un aspecto opresivo de la propia limitación que es la ignorancia.

La corrección o la rectificación de esta distorsión pasa, por un contacto de la conciencia con su aspecto más interno y menos condicionado por la fuerza de los conceptos limitantes. En ese sentido y como dinámica más práctica de llevarlos a un contacto con la energía rectificada del Aire -que está ahí, el Aire rectificado está ahí, su naturaleza permanece pura e intacta en ustedes, ninguno de estos elementos en su naturaleza realmente se corrompen, no, porque la naturaleza de éstos es la Luz inseparable del alma, que es inseparable del Espíritu perfecto. Las Llaves de la Alquimia Ascensional y la alquimia de los elementos que se transmite a través de estas enseñanzas, no pretende una rectificación objetiva, porque estos elementos nunca se corrompieron. Pero sí que ustedes puedan percibir estos elementos de forma no corrompida y reforzar esta visión. Al reforzar la visión no corrompida ustedes deshacen las condiciones que limitan la conciencia y que la obligan a experimentar los elementos de forma distorsionada o corrompida.

Uno de los elementos muy ligados a la distorsión del Aire está relacionado con el propio camino espiritual, la forma en que ese camino es comprendido y vivido por ustedes, generalmente. Toda esta historia de ignorancia, de separación, esta historia de dualidad y de cómo resolverla, resolver la separación, trascender la dualidad acaba creando muros que confinan su experiencia, incluso confina la experiencia del camino espiritual. Toda la enseñanza que se transmite les habla de la no distancia,  la no separación y, sin embargo, como efecto del propio lenguaje e intelecto burdo, la enseñanza produce una sombra que es la comprensión dual de la enseñanza, comprensión dual del camino espiritual, que coloca un objetivo allá adelante, lejos de ustedes, que están aquí para Ser, esta es la función y este es el servicio básico de su existencia.

En este cuerpo, en este mundo, en esta vida, ustedes están aquí para entrar en contacto, para reconectarse con Ser. A lo largo de la vida ustedes construyen la imagen del hacer, aprenden a hacer, a ser hacedores, la expectativa de ser hacedor, de convertirse en un hacedor exitoso, eficaz, competente, pero eso es un papel secundario. En esta vida ustedes están para reconectarse con el Ser, están para Ser, antes y mucho más que hacer. Pero ese condicionamiento del hacer, de hacedor es alimentado desde hace mucho tiempo, es una imagen asumida hace mucho, mucho tiempo por el alma. El alma viene de largos ciclos de vicio en la imagen del hacedor, el mundo creado, el mundo manifestado es un mundo pautado y calcado en la idea del hacedor. Ustedes han ayudado a construir este mundo y renacen continuamente en él siendo expuestos a esa misma visión: hacedor. Cuando al fin, a través de sus propios esfuerzos, propios méritos, ustedes tocan ese flujo que es el conocimiento espiritual, el camino espiritual que debe llevar de vuelta a Ser, ustedes traen hacia este camino ese mismo condicionante del hacer. Entonces la iluminación, la salvación, el despertar, la realización se tornan también un hacer y ese vicio del hacer es distorsión del elemento Aire.

El elemento Aire en el alma es la capacidad de movimiento, es el deseo de movimiento, es la calidad del alma de ser expansiva, abarcante, no limitada. El elemento Aire al ser expansivo, abarcante y no limitado, en el cuadro psicológico distorsionado es elucubración, es el movimiento incesante del pensamiento conceptual, e incesante en hacer. Elucubración quiere decir movimiento incesante, continuo y caótico del concepto, es el apego del alma al pensamiento y a su  movimiento por la distorsión del elemento Aire. Cuando el elemento Aire está distorsionado el alma se experimenta limitada, confinada, y confinada ¿en qué? Confinada en el pensamiento. Entonces el desequilibrio del aire conduce a la experiencia del confinamiento en el pensamiento, quedando atrapado en él, y como éste es un flujo incesante, porque él es aire,  está siempre en movimiento, e intenta llenar todo quedan atrapados en ese movimiento incesante del pensamiento, conceptualizando la realidad. Esto refuerza aún más la imagen del hacedor. Todo pensamiento es un acto a ser construido, a ser ejecutado. El alma se va desconectando de su base pacífica, de la capacidad de permanecer calma, en paz, y continuamente se pierde en el movimiento incesante del pensamiento y del concepto.

Desde luego, este proceso psicológico, genera todo tipo de experiencias físicas: la experiencia física del propio confinamiento en una situación de la vida, en un estado emocional, en una relación, en un objetivo, un proyecto, incluso en un espacio físico, sea en una ciudad,  en un país, en una familia. Todas estas experiencias de confinamiento compulsivo están vinculadas con el resultado; reflejo de la distorsión del elemento Aire en la conciencia, en el alma. No quiero tratar con esta distorsión en estos ámbitos, el objetivo en esta enseñanza es verlo en el camino espiritual, en la experiencia del camino espiritual. Y cuando esta distorsión se experimenta en ese camino, usted-alma olvida que ese camino no es un hacer, porque la enseñanza espiritual dice, que el camino espiritual no es un hacer. Intelectualmente ustedes reciben esa información y pasa a ser vivido como si fuera un proyecto, uno de sus planes a ejecutar.  Y el camino espiritual no es eso.

El camino espiritual es la experiencia de Ser, Ser, reconectarse con el Ser, estar en la vida siendo; no tiene que ver con futuro, más adelante, mañana, va en contra de todo condicionamiento de su vida humana, en que todo lo que usted hace aquí, todo lo que construye tiene como objetivo llegar allá, todo tiene un resultado futuro. ¡El camino espiritual es lo opuesto de eso! Es para liberarnos de ese vicio mental. El camino espiritual es la experiencia del ahora, aquí, Ser. No importa lo que esté en la esfera del Ser, tampoco tiene que ver con eso. No tiene que ver con la rabia, el amor, la alegría que pueden estar coloreando la esfera del ser en ese momento; el camino espiritual tiene que ver con experimentar la calidad intrínseca en todos los estados de Ser, como el aire que no se mueve en una dirección en particular, que simplemente llena el espacio, el elemento más íntimo y más cercano al espacio, casi indiferenciado de éste, esa es la cualidad del aire. Y esa es la cualidad que debe ser rescatada por ustedes en el camino espiritual, reconectarse con esa capacidad de simplemente llenar el espacio de su experiencia con su presencia.

El despertar, la iluminación no es un acontecimiento en el futuro, no es un resultado que va a ser alcanzado por su esfuerzo ni por su práctica. El despertar es el contacto que usted hace ahora, con el espacio de la presencia. El despertar es cuando por fin el vicio en ser el hacedor es debilitado continuamente por la práctica de la experiencia de la presencia y al ser debilitado, por fin, puede ser abandonado. Y eso no sucede como resultado, eso es la experiencia del ser ahora. No está al final de un proceso, está en la base de cada momento, cada práctica. Cada momento de contacto con la presencia es ese momento del despertar, es ese momento de la actualización de su estado básico y prístino.

El Aire no se mueve en dirección alguna porque no hay lugar donde él no esté. El Aire se mueve porque su naturaleza es moverse, su experiencia no lo está llevando a ningún lugar en particular porque no hay lugar donde usted ya no esté. ¿Puede comprender esto? Porque si consigue comprenderlo usted puede curar, curar la enfermedad del elemento Aire que es la ansiedad, porque elucubración mental es sólo otra palabra, otra expresión para ansiedad. Y la ansiedad es el mal de la distorsión del elemento Aire que impide que usted experimente cada acto, cada momento en sí, sin estar huyendo de él para llegar más adelante, en que usted se siente para hacer su práctica espiritual no para experimentar y gozar de ese momento, sino para alcanzar la iluminación más adelante, en el futuro, cuando su práctica sea buena, cuando ella esté perfecta... ¿Percibe cómo está siendo mal entendido en su cabeza? La idea de que usted va a practicar, practicar y a practicar y su práctica va siendo mejor, mejor y mejor y por fin resulta en el despertar.

Así como el aire, ustedes no están yendo a ninguna parte! Así como el Aire su calidad, su condición básica es ya omnipresencia, es completa expansión, abundancia, aquí y ahora su presencia ya permea el universo. Su práctica no va a hacer que usted se expanda y llene el universo, ese es un momento privilegiado en el que usted recuerda que ya es así. Esto debilita, debilita cada vez más el condicionamiento de la limitación, de la elucubración mental que es la conceptualización de la realidad, la confusión de la mente con el pensamiento. La mente está confundiéndose con el pensamiento y el alma se confunde con el baile de luz que sucede en ella. La práctica debilita ese condicionamiento, siendo siempre la oportunidad aquí y ahora de experimentar su estado natural relajado.

Recuerden esto: la experiencia no les lleva a ningún lugar en particular, no los lleva a otro lugar, a otro estado que no sea el que ya está presente aquí y ahora. Entiendan la práctica siempre como un movimiento de la circunferencia hacia el centro y no como una línea que lleva del punto A al punto B.  No es una carretera - estas palabras se utilizan para ejemplificar el proceso, por una cuestión didáctica - pero es siempre un movimiento de retorno al centro, a su centro, al centro que usted es y no al centro de cualquier otra cosa. Usted es el centro, por lo tanto es un retorno a usted.

Para ayudarles en ese proceso, dinamizando toda esa modificación de visión en el plano energético, incluso  físico, en los próximos días les pido que hagan el ejercicio en el cuerpo del punto energético ligado al elemento Aire dentro del pentagrama de las frecuencias cristalinas. Es el punto análogo al del agua, es decir, del lado derecho de su cuerpo, debajo de la costilla, en la región del hígado, ese es el punto ligado al Aire en este mándala, esta visión y método específico que son las Llaves de la Alquimia Ascensional. Esto debe entenderse para no generar conflicto de visiones. En otras dinámicas, métodos, en otras técnicas, los elementos están dispuestos en diferentes partes del cuerpo. En este mándala específico esa es la posición de los elementos, eso no crea ningún conflicto con otras visiones. Entonces van a poner su atención en ese punto, del lado derecho de su abdomen, debajo de la costilla, en la región del hígado y van a entonar por algunas veces el mantra del Aire en ese punto de la estrella que es ONG. Ustedes ya recibieron los mantras de los otros elementos.

Participantes: Sí.

Del éter es ANG, de la Tierra es ENG, del Agua ING, del Aire ONG. Van a entonar ONG algunas veces y en ese proceso ustedes van a liberar ese punto, van a ver un punto de luz concentrado en esa región y cada vez que digan ONG van a soltarlo. Este punto de luz simplemente va a deshacerse, disiparse, expandirse y ustedes van a transmitir esa información a su cuerpo, a su mente conceptual.  Ah... (Suspiren). Cada vez que hagan ONG, háganlo como si estuvieran diciendo "Aah..." con esa sensación. Suelten todo y experimenten esa pausa. Háganlo varias veces al día, es un ejercicio bien simple, repiten ONG y cada vez que lo repiten vean un punto de luz ahí en la región del hígado expandiéndose, disolviéndose en el espacio, van a relajar todos los pensamientos, las emociones y toda contracción del cuerpo ese momento. Pronuncien ONG, suelten y experimenten la amplitud, la apertura, simplemente eso. Esto les ayudará a corregir las dinámicas del Aire en su mándala del cuerpo. Por supuesto, contemplen esta enseñanza una y otra vez, cada vez que hagan su práctica recuerden esto, recuerden evocar las cualidades puras y perfectas del elemento Aire para su práctica. Háganlo con cada uno de los elementos, ahora nos enfocamos en el Aire.

Recuerden: ustedes no van a otro lugar, ustedes están retornando al lugar de donde nunca salieron. Llenen su experiencia con la presencia. Queden en paz.

Mensaje canalizado por Shylton Dias.

Transcripción hecha por colaboradores del Portal Aranduh - portalaranduh.blogspot.com



Traducción: H.N.

miércoles, 16 de mayo de 2018

LA ALQUIMIA DEL AGUA

Claves de la Alquimia Ascensional

(La Alquimia del Agua)






16 de Mayo de 2018

  Saludos!

Participantes: ¡Saludos!

Nosotros somos el Círculo. Hablo como representante del equipo Moshán, un equipo solar de entre otros equipos solares que trabajan en medio del gran círculo multicolorido, multivibracional, cuyos eslabones vinieron de puntos distantes, próximos, algunos de ellos formados aquí mismo.

En este aquí los invito a la comunión en presencia, al reconocimiento en vibración. En este espacio común, acogedor, sanador que es el círculo que formamos en este momento, hecho de otros círculos que se entrelazan, que se interpenetran mutuamente, un círculo cuyos eslabones se encuentran en puntos diferentes de la malla de este círculo, que es nuestro hogar, nuestro sol, nuestra morada de las estrellas.

¡Dejen que el campo se expanda! Abandonen por un momento sus concepciones de lo posible y de lo imposible y dejen que la energía de Neptuno - de donde proviene este eslabón de nuestra corriente- impregne su campo, enseñándoles trascendencia desde cualquiera que sea el punto en que ustedes se encuentren. Abandonen por un momento sus concepciones limitantes sobre tiempo, sobre espacio, sobre ser, sobre no ser y simplemente disfruten, disfruten de sí mismos como un baile luminoso de frecuencias cristalinas. Aah!

Todas somos olas en un mismo lago, agitadas por el viento, sostenidas por la tierra, calentadas por el gran disco de la Vida ígnea. Aah!

Somos todas olas de este lago, cristalinas. Aah!
Todos somos olas de este lago, permeados por el espacio, simples destellos en el Éter inconmensurable que es el espacio de la propia conciencia. Aah!

Nosotros estamos muy felices de este contacto. Estamos muy alegres por poder, como olas, compartir este círculo con ustedes. Como olas debemos saber danzar al sabor de los vientos que nos tocan, pero hay una base en común. No importa que algunas olas se eleven más alto, no importa que otras olas estén lejos de la playa, al mismo tiempo que otras, en este mismo momento, en la playa se rompen y retornan al mar. Mar, lago, océano o río, no importa la extensión y el movimiento, somos Agua!

Somos el agua que fluye de la fuente hacia la fuente. Somos agua que corre desde lo alto de las montañas al útero de la tierra. Somos agua que se eleva a los cielos movida por el ardor del fuego, para entonces volver a la tierra seca como bendición. Somos olas destinadas a la muerte como un gran sacrificio, porque la ola debe transformarse en un puñado de neblina y entonces alimentar y nutrir la pequeña semilla que un día será árbol, que absorberá agua, que la devolverá a la fuente, para entonces reiniciar el ciclo.

Somos agua de varias formas: agua sólida, agua líquida, agua gaseosa, agua en un estado aún más sutil, un estado para el cual las palabras empiezan a faltar. Pero además de esos cuatro movimientos, somos agua que es conciencia. Somos agua en la conciencia que desea forma. Somos agua en la conciencia que genera la forma. Somos agua en la conciencia que anima la forma. Somos aguas flexibles, somos aguas maleables, somos agua que nutre, somos agua que impulsa el desarrollo, somos agua que se sacrifica para generar la vida. 

Es con un poco de poesía, tal vez, que yo comienzo esta enseñanza. Sin embargo, ¿cómo tocar el plano más allá de la superficie del agua sin danzar, sin transformarse, sin ser flexible, sin abandonar caminos otrora recorridos? Somos agua... Somos también agua.

Me fue pedido transmitirles algunas palabras acerca de la alquimia del agua. La alquimia del agua se procesa en todos los seres, de varias formas. Para la conciencia, es el deseo de asumir forma. Para la conciencia también, es la base de la ecuanimidad. Esta ecuanimidad es lo que permite que el agua asuma tan distintas formas sin apegarse a ninguna de ellas, sin combatir a ninguna de ellas. El agua, en su alquimia, debe sanar el conflicto. El conflicto es lo que surge en la experiencia onírica de la conciencia - sí, onírica! - por la distorsión de la sabiduría del agua.

Las Llaves de la Alquimia Ascensional componen un proceso que busca facilitar e impulsar el reequilibrio de los elementos en la constitución humana, para su forma física o sutil, para su conciencia, de modo a  facilitar el paso del estado fragmentado hacia el estado integral. El objetivo de estas enseñanzas, toda nuestra acción conjunta a lo largo de los tiempos junto a ustedes, se trata de impulsar al agua de un estado fragmentado hacia el estado integrado.

Sepan, esa transición no es la muerte de alguna cosa, comprendiendo  muerte como el fin definitivo. ¡Jamás en el universo se oyó hablar de un fin definitivo! Y miren que algunos eslabones de este Círculo pueden reclamar para sí una memoria muy, muy antigua, respecto de los movimientos de las olas en este gran lago, que es este universo.

En cuanto a eso aquieten su corazón, ningún fin es definitivo. Toda partida es la promesa del reencuentro. Todo adiós es la certeza de un hola. Todo aquel que se va debe retornar y quien regresa debe partir.

Esto también nos enseña el agua: a fluir con ligereza, a recorrer nuestro curso con flexibilidad, sin dejar de ser lo que somos, aunque  adaptándonos a las circunstancias.

Incluso cuando el agua es sólida no pierde su calidad intrínseca de humedad. Incluso la conciencia fragmentada, componiendo lo que son llamados seres olvidados o ignorantes, no pierde su calidad innata de amplitud, vastedad, sabiduría e intrínseca perfección.

Pero el aspecto del conflicto de esta alquimia del agua que me gustaría tratar con ustedes hoy, no es tanto el conflicto horizontal. Sí, el conflicto horizontal es también un resultado de la distorsión de la alquimia del agua en su constitución y conciencia. Las luchas, las guerras, las discusiones entre seres humanos, de los seres humanos con las situaciones de su vida - pasadas, presentes o futuras. Estos conflictos horizontales también son el resultado de la distorsión del agua. Si bien a mí me gustaría tratar de un conflicto más fundamental, el conflicto entre las órdenes de vida, entre las formas que el agua asume en su curso. Ahora es agua, es hielo, o ella es río a fluir, o es neblina llevada por el viento, nube! Hay armonía entre estos estados, es posible la paz entre las diversas expresiones de la vida. Para ello hay que dar un paso hacia dentro y reconocer la Vida en todo.

Como seres humanos, su percepción tiende a estar limitada por referenciales muy mezquinos. Esto no es diferente para nadie. Todos los seres ignorantes, no importa la amplitud de sus cuerpos, la extensión de su experiencia, son al final limitados por la mezquindad de una visión fragmentada. No importa que el fragmento tenga el tamaño de un sistema solar, esto no se compara con la Vida.

Por la adhesión de la conciencia a una porción tan pequeña de sí misma, ella pasa a trabar conflictos que son horizontales, o sea, con aquellos elementos que están dentro de su orden de percepción, pero conflictos a veces completamente ignorados, conflictos que se traban con las órdenes de vida que están fuera de su capacidad de percepción. Esto porque la raíz del orgullo humano, la raíz de la arrogancia humana está en creerse el elemento más precioso de su orden de percepción.

No voy a hablar aquí de devas, no voy a hablar de animales, de fantasmas o de seres infernales. Voy a hablar aquí de seres humanos, como ustedes son, y como los conocen. Todas las formas de vida que ustedes perciben son expresión de la misma agua, están dotadas de la misma conciencia pura, son exhibiciones mágicas del mismo Fuego misterioso y divino. Y, sin embargo, al adherir a la forma que ustedes asumen, esta forma humana, inmediatamente se atribuye a ese estado una gran importancia en el orden de las cosas. Y no es que no tenga importancia, es sólo que esa importancia no es mayor que la de cualquier otra forma de vida.

Existen seres mucho más grandes que ustedes, cuyo hábitat de vida es este planeta. Hay seres que caminan entre planetas como ustedes caminan entre casas. Hay seres para los cuales ustedes, seres humanos en la superficie de esta Tierra, son tan pequeños y sin interés como son las hormigas para ustedes.

¿Al recorrer su camino diario cuántas hormigas saludan? ¿De cuántas de ellas saben su nombre, sus sueños, sus desesperaciones y las amarguras del día a día? ¿Cuántas madres? ¿Cuántos padres? ¿Cuántos hermanos, esos pequeños insectos con los que se cruzan durante el día, ustedes simplemente desconocen e ignoran? Y, sin embargo, con cuánta frecuencia vemos a la humanidad reclamar para sí la atención de Dios como si fuera ella el único elemento del cual la Gran Inteligencia debe ocuparse y preocuparse. Así como se necesitan corrientes muy fuertes de compasión y vientos kármicos favorables para voltear el corazón humano a ocuparse de las pequeñas hormigas, de la misma forma es necesario vientos fuertes y una intensa y acumulada compasión para mover el corazón de seres dévicos, a veces incomprensibles en su propia extensión de experiencia para la humanidad, y atraer su atención.

¡Mis pequeños hermanos, mis pequeñas hermanas, tan vasta es la vida, tan diversa y tan poco de ella conocen! ¿Cuántos desastres, cuántos dolores inexplicados asolan a la humanidad, sin que ella pueda dar una respuesta coherente y satisfactoria? Yo no me arrogo la responsabilidad de traerles una respuesta, sino simplemente de señalarles una vía de contemplación, y quien sabe con ello justificar las enseñanzas morales de sus tradiciones espirituales de tiempos inmemorables hasta el día de hoy.

Cuando la vida es comprendida como una tela inconmensurable, en la que cada punto no puede ser afectado sin que toda la tela lo sea en alguna medida, comprenderán el valor de cultivar la virtud y la compasión. Por minúsculo que sea el punto de esta malla, él es completamente importante, porque si él se rompe toda la malla se deshace.

Nada, nadie es excluido de la misericordia divina. Nada, ni nadie, es excluido de la atención personal del misterio del Misterio, porque cada punto, cada ser, cada expresión es animada por el Fuego misterioso de la pura y vasta conciencia.

Como seres humanos que aspiran a expandir su diapasón de percepción y de interacción con la vida, ustedes necesitan atender los códigos de comportamiento y de interacción entre esos diferentes planos. Todo lo que entra en su campo de percepción es atraído y determinado grandemente por la calidad de los impulsos emitidos en el presente y en el pasado. Nada, ni nadie está dentro de su campo de percepción sin que una conexión más o menos fuerte lo haya atraído hasta ahí. Ni siquiera el viento sopla con fuerza y destecha su casa sin que una conexión con los devas del viento no haya sido establecida en otro momento. Porque sepan que este viento es el movimiento del aire creado por la pasada de un gigante. ¿Y cuántas casitas de pequeños seres ustedes deshacen cada día caminando tan desatentos?

Yo no quiero con ello llenar su corazón de preocupaciones que pueden parecer innecesarias, pero me gustaría verlos un poco más atentos a lo sagrado de la vida que a todo impregna. Me gustaría verles menos auto centrados, menos preocupados consigo y con su propio bienestar; más sensibles al dolor y a la belleza que los rodea continuamente, compartidas por incontables seres en tantas formas diversas que el agua toma y que concede a la conciencia como parque de expresión. Es un parque, donde un placer temporal puede ser experimentado, pero en que cada juguete es también potencial de lágrimas y de heridas en el cuerpo.

Pequeñas hermanas, pequeños hermanos míos, rectificar la alquimia del agua es despertar a la diversidad de la vida, es romper los muros del prejuicio, estos muros que limitan la comprensión de vida en las formas que les son semejantes. ¡Todo es vivo! Todas las formas son formas del agua y son parques de juegos de la conciencia.

Para purificar el conflicto establecido entre órdenes de vida, las grandes y las pequeñas - tomando a ustedes como referencia – es necesario  purificar la relación con su entorno, hay que restablecer el sentido de lo sagrado, hay que sanar el conflicto. Para ello, entonces, yo los oriento como forma de práctica, durante los días que seguirán después de nuestra conversación, a llevar su conciencia hacia el punto del agua en su cuerpo, en este mandala, en el pentagrama de las frecuencias cristalinas. Ese punto que está en su cuerpo situado en la región del abdomen, del lado izquierdo, debajo de la costilla. Este punto ligado a las dinámicas de la frecuencia cristalina del agua es hacia donde debe ir su atención. Es el punto donde la rigidez de la tierra se transforma en impulso del embate y del conflicto, porque de la perturbación del agua surge la pérdida de  flexibilidad, es la pérdida de maleabilidad tan propia del agua, de esa capacidad de adaptación, de transformación, de esa capacidad de dulzura y de envolver cada obstáculo.

Lleven su atención a este punto en su cuerpo, ese punto del pentagrama. Invoquen las frecuencias cristalinas porque la naturaleza real de su forma es pura Luz. En las profundidades de su ser, los elementos jamás fueron perturbados y permanecen siendo el resplandor, la luminosidad de la sabiduría primordial. Aquí y ahora, nunca, nunca nadie se alejó de la perfección. Aquí y ahora sólo la percepción ignora la perfección y se pierde continuamente en el baile de las formas por la fuerza de la ignorancia y de la identificación. Pero aquí y ahora su naturaleza es pura, pura, puro éxtasis, pura sabiduría y amplitud.

Invoquen de su naturaleza este Fuego, invoquen de su naturaleza esta Luz, esta frecuencia cristalina, entonces dejen que ella brote, que ella fluya, saliendo de sus poros, que se derrame hacia los lados, hacia arriba y hacia abajo y dediquen esta frecuencia cristalina húmeda, nutritiva, como una ofrenda de reconciliación y de pacificación para todas las formas de vida, aquellas que ustedes logran percibir y aquellas que les pasan desapercibidas.

Al curar el conflicto, grandemente ignorado por ustedes, con las formas de vida que se encuentran en planos distintos, en estados distintos de consciencias, ustedes permiten que lo sagrado recobre su posición en su perfección y entonces sea percibido conscientemente en la realidad horizontal por la cual ustedes continuamente pasean en la duración de una encarnación.

Recubren el sentido de lo sagrado, reconcíliense con la vida en sus diversas formas, abandonen la soberbia y la prepotencia, reconózcanse más allá de la forma, pero reconozcan la posición ocupada por la forma, relativa a su importancia, importante en su relatividad.

Mi invitación es para sensibilizar su corazón. Mi invitación es para que su corazón se abra, acoja y deje correr, deje fluir la belleza inherente a su naturaleza. A través de este pequeño ejercicio, deseo que ustedes restablezcan el sentido de lo sagrado en sus vidas.

Las aguas de Neptuno los bañan siempre que ustedes me oigan y cuando no me oyeran, que siempre su corazón recuerde un planeta que es tan azul como el suyo. ¡Queden en paz!

Mensaje canalizado por Shylton Días.
Transcripción hecha por colaboradores del Portal Aranduh - portalaranduh.blogspot.com



Traducción: H. N.