sábado, 30 de marzo de 2013

Marzo 30 2013 "La Belleza del Cambio" Agnimitra

Agnimitra  30 de Marzo 2013

La Belleza del Cambio

Han sido días de cambio. Una gran oportunidad de percibir la acción de Madre, en su cara transformadora, actuando directa y claramente.
Los cambios pueden ser momentos conflictivos, donde la no aceptación colorea la experiencia con sufrimiento y temor. Sin embargo, como Ella nos ha transmitido en sus “caricias”, no hay nada que temer. Si apenas nos abrimos para acoger lo que nos es ofrecido, si nos dispusiéramos al contacto y al alineamiento, si dijéramos “si” a la vida y transcendiéramos la necesidad de explicaciones, todo se revelaría en la más pura simplicidad y dulzura con la que somos cuidados y acompañados, se mostraría ante nosotros, en cada situación, en cada momento.
No hay dificultad, no hay obstáculo que no pueda ser disuelto por esta lucidez. No hay tempestad que no se transforme en calma ante este toque suave y amoroso.
El Corazón pide y reclama atención. Ahí está la fuente de esta sabiduría que nos permite ver y vivir la verdadera Paz, incluso en este mundo, aparentemente conturbado y conflictivo.
Ayer, en una conversación con algunos hermanos aquí en la sangha, comenté al respecto la posibilidad de vernos mucho, de la irracionalidad de nuestras mentes reflejada en el comportamiento infantil de los niños.
Nuestra mente, la mayoría de las veces se comporta como un niño, a quién le fue quitado un objeto considerado como un juguete que le daba placer en aquél momento, y se pone a llorar reclamando el juguete otra vez. La misma incomprensión del niño, se da en relación al funcionamiento de este mundo, de las reglas, de los modos de educación y comportamiento y vista en la mente en relación a todo lo que escapa al sentido inmediato.
La mente no comprende por qué las cosas son como son, ni por qué la vida toma los rumbos que toma. Ignorante de su incapacidad de controlar los elementos de la vida, la mente se pone a reclamar, patalear, gritar incluso, reclamando lo que ella considera que es de ella por derecho.
Al observar un alma en cuerpo infantil, experimentando la irracionalidad de la mente, recuerdo la irracionalidad diaria de la mente en mí y en aquellos de mi entorno. Y observando a la madre o al padre que pacientemente tranquiliza y esclarece, veo la acción del Fuego proporcionando lucidez y sabiduría, conduciendo al alma a la revelación de sí misma.
Encare el cambio como una sorpresa. Afronte el cambio como un terreno fértil para lo inusitado. Viva el cambio como la de-construcción del hábito y de la zona de confort. Aproveche los momentos de cambio para acercarse al Fuego Sagrado en su centro y allí comulgar con la belleza inherente a todo lo que Es.

Agnimitra 30.03.2013





Mar 30 2013 "Presencia Indigena" y Mayo 30 2011 "Translación Dimensional VII" Agnimitra

  Agnimitra
30 de marzo de 2013
Presencia Indígena



Concluimos hace poco la práctica devocional de media noche.

En algunos días, tal vez en dos semanas, estaré en la región del Estuario de Iberá (local focal de la irradiación del Centro Planetario Farlon.Ishin/Iberah) para un “tratamiento” profundo de los cuerpos, preparando-los para la manifestación de los impulsos de Ibez en esta etapa.

El día estuvo lleno de percepciones nuevas, diferentes, intensas. El cuerpo parece estar movido profundamente en respuesta a un movimiento mayor, tal vez planetario, tal vez colectivo. Hace algunas horas atrás convidé a las hermanas de Tumaní para un momento de comunión. En medio de su dulce Presencia pregunté de lo que se trataban tales percepciones, tales estremecimientos en nuestros cuerpos. Su respuesta vino como una ráfaga de serenidad y tranquilidad: todo se desarrolla de acuerdo con el propósito del Ahora.

Las dos prácticas devocionales de hoy fueron cumplidas por la Conciencia indígena, los Guardianes de los Retiros Intraterrenos. Su presencia, su vibración en nuestro medio está extremadamente activa. El impulso de comulgar con esta forma especial de conciencia es intenso y no deja margen a la negligencia. Más allá de lo que, por su tónica de simplicidad y dulzura, la vibración de estos hermanos y hermanas nos envuelve en una profunda Paz y  una certeza, una fe ciega, de que el Propósito se desarrolla y el Principio Inteligente que somos ejecuta la danza en Perfección, estado extremadamente necesario en tales tiempos de cambio.

La Conciencia Indígena nos convida al contacto, a la aproximación. Los Retiros Intraterrenos están irradiando intensamente para la humanidad de superficie la dulzura y el toque amoroso del Corazón flamígero de la Divina Madre.

En el silencio, en la interiorización, en la contemplación, esta dulzura se aproxima revelando el núcleo de Amor y Paz que somos. Este punto, sin localización, en el centro del mundo, que emana una constante armonía y quietud. Este centro sin circunferencia que somos, todos nosotros, innegablemente.


Al mismo tiempo en que las intensas corrientes de energía caminan por el cuerpo, llegando a causar temblores, el Percibidor descansa en el seno del Amado. No se trata más de fe, sí de evidencia.

Este Fuego que quema en el centro del pecho y baña todo el cuerpo es la marca indeleble de la Presencia del Espíritu Uno en cada átomo, es la señal de la sacralización de la materia planetaria.

Los reinos se funden, los planos se fusionan, el Cuerpo de gloria despierta. El alma triunfa y canta el caer de los velos.

Me gustaría dejar aquí un llamado a la comunidad con la Conciencia Indígena (en el Retiro Intraterreno de Tumaní, tres hermanas representan a nuestro lado esta conciencia: Isilda, Lhieva e Iverna). Hay una llave mántrica de contacto con los guardianes de Aurora que puede ser usada en los alineamientos para esta comunión.

Eimelê Tucumã (2x)

Uamerú Uá Uá (2x)

Más allá de esto, comparto aquí un texto (parte integrante de la serie Translación Dimensional) fruto de una serie de contactos con la Conciencia Indígena en el año 2011.







Agnimitra,

30 de mayo de 2011.



Translación Dimensional VIII – El Camino de la Simplicidad

Nada ha de ser rechazado, cada pieza juega un papel vital en la Danza Cósmica, cada átomo y cada partícula conserva las propiedades del TODO del cual es parte.

Este campo de experiencia, para el cual Gaia cedió su cuerpo como forma de expresión, fue desarrollado por Consciencias de una magnitud difícil de ser comprendida por seres insertos en este juego dual, sin embargo, por esta razón misma, esta Dimensión conservó algunas propiedades, marcas indelebles de la Fuente, aspectos sin los cuales, esta Dimensión no tendría medios de subsistencia.

Todas las antiguas tradiciones hablan de Grandes Espíritus que velan por la vida bajo el cielo y que conducen el ballet de la creación y de la disolución de la forma en este planeta; aunque haya una gran confusión en cuanto a “quién es quién” en los mitos y cuentos simbólicos, una clase de estos Grandes Espíritus es fácilmente identificada, estos fueron llamados Dioses, Espíritus de los Elementos y Devas, entre otras denominaciones.

No estamos tratando aquí de una llamada Dimensión Elemental, que tiene relación estricta con la Matriz Cristalina en otro ámbito de la banda de 3ª Dimensión del planeta, antes bien de estas Entidades que construyen y mantienen cohesivas las tramas de este espacio-tiempo en el cual está inserta vuestra conciencia fragmentada ahora.

Llamémoslos Devas para evitar mayores confusiones.

Esta conciencia dévica, esencia de los reinos mineral, vegetal y animal y que preside también los torbellinos de materia elemental fue ampliamente constatada por muchas civilizaciones antiguas, aunque ninguna se profundizó tanto en este contacto en cuanto al proyecto genético conocido en la historia de este planeta como el pueblo indígena o conciencia colectiva indígena

Este proyecto, pues se trató realmente de un proyecto, tenía por objetivo mantener abiertas las puertas de comunicación con los demás reinos que recorren con la humanidad los caminos de 3D disociada en este planeta. Esto apuntaba a asegurar, encima de todo, que permanentemente una parcela de individuos alcanzase un estado de Ser o realización recorriendo el Camino de la Simplicidad.

Sí simplicidad, pues el contacto con el Ser a través de la Naturaleza, o conciencia dévica, exige despojamiento y simplicidad. Esto es fácilmente comprobado en vuestra experiencia diaria (una vez que más que nunca este camino está abierto a todos los seres humanos y viene siendo explorado por un número cada vez mayor de seres) basta aproximarse a un árbol, piedra o animal: ustedes no pueden acercarse de estas formas usando vuestras complicadas estructuras mentales, al final de cuentas, ¿cuántos debates filosóficos ya tuvieron con un árbol? Ninguno.
Esto porque esta conciencia escapa de la red mental humana y por esto mismo estas Vidas propician el contacto con el Ser a través de la Simplicidad.

Los antiguos pueblos indígenas traían en si bien presentes que cada forma, cada Vida es una puerta de contacto con el Gran Espíritu, el Soplo que anima toda, por esto su Sabiduría era algo simple y directo.

No acumularon vastas bibliotecas y no necesitaban sofisticados laboratorios y, sin embargo, respetadas las limitaciones inherentes a aquel ciclo, fueron más lejos en la exploración de esta dimensión que cualquiera de los modernos métodos científicos.

La Esencia de la Vida manifiesta o no manifiesta se aprehende en el Silencio y Ahora es el momento en que urge acoger y vivir este principio, el Silencio de proyecciones mentales, de los rugidos emocionales, incluso de movimientos físicos innecesarios. Todo debe estar imbuido de Atención e Intención.


En esto la Naturaleza tiene mucho para ofrecerles –recodando que la realización del Ser precede la Unificación de la Conciencia, Unificación esta que está más allá de cualquier dicotomía personalidad - alma.

Pero la realización del estado de Ser o Despertar es condición sine qua non para el pasaje de un estado de conciencia fragmentada para una Conciencia Unificada.

Recientemente tuve un re-despertar de los arquetipos de la conciencia indígena, expresándose no a través de un pueblo específico, sino, debido a la apertura alcanzada por la humanidad, a través de impulsos a nivel planetario de la necesidad de reconexión con la Vida del planeta, con Gaia; movimientos externos aparte todo esto concurre para una mejor aproximación del ser humano de su Dimensión Divina o Real Existencia.

Sientan en el susurro del viento y en el canto de las aguas Gaia llamándolos al Encuentro. No se demoren más que lo necesario en vuestras pequeñas preocupaciones materiales, luego esto perderá incluso el poco peso que todavía tiene, antes entréguense y permítanse experimentar la Levedad y la Suavidad que emana de vuestro núcleo interior, de vuestro Corazón.

Revélense a Sí mismos y vuélvanse Uno y la propia Fuente.

Bendiciones y Paz.

Antena Proteção

 La serie Translación Dimensional es fruto de intercambio con Conciencias, Energías y Estados en/de otras Dimensiones.





martes, 5 de marzo de 2013

Maro 05 2013 "Cada Nacimiento una Maravilla" Agnimitra

Agnimitra 5 de marzo de 2013

A Cada Nacimiento una Maravilla

Nacer es siempre un proceso doloroso. La primera inspiración en un mundo nuevo, el primer paso a lo desconocido.
Para la estructura con la cual gradualmente nos familiarizamos y finalmente llegamos a reconocer como única, nacer, de cualquier modo y para cualquier cosa, es definitivamente como saltar a un vacío, oscuro, vasto, sin promesa de seguridad o de continuidad.
Sin embargo, a pesar de todo el estrés que un nacimiento pueda implicar a nuestras estructuras, somos imperiosamente impelidos por una fuerza igualmente misteriosa, a saltar al abismo, con más o menos ansiedad, con más o menos dolor, conforme comprendemos y aceptamos la cualidad intrínseca, la experiencia que es lo efímero.
Nacer, sin embargo, implica inevitablemente, cierta dosis de dolor.
El dolor de la pérdida, para algunos; el dolor de la inseguridad y de la falta de sentido, para otros. O aun el simple y puro miedo lo que no comprendemos, lo que no conocemos y de lo que sabemos que jamás comprenderemos o conoceremos completamente.
Hasta cierto nivel este es un ejercicio puramente mental, pero imaginarse naciendo constantemente, recordando algunas veces al día, que vivir y morir constantemente para el pasado y nacer incesantemente ahora, puede ayudarnos a revivir aquél espanto primordial que experimentamos en el primerísimo inspirar y que todos nosotros, sin duda, experimentaremos en el postrero expirar.
Tal asombro aterrador en su intensidad más magnífica, por aquello de lo que es reflejo, nos devuelve la pureza virginal del espíritu infantil, la alegría dulce, siempre nueva y vigorosa ante el misterio del simple llegar a ser. Y la fuente que nunca se seca, es el reencuentro en fin, con el origen de todas las cosas y su testimonio silencioso: nosotros mismos.
Hay un placer en el dolor del nacimiento, incluso en el nacimiento carnal, cuanto más en el nacimiento de lo Eterno. Este gozo tal vez sea lo más cerca que llegaremos del conocimiento de aquella fuerza misteriosa que impulsa el nacer Ahora y a cada Ahora.

Agnimitra